OS VOY A JODER LA VIDA (CÍRCULOS)
Estuvimos más de dos años escuchando hablar sobre la crisis que había en la televisión española, la bajada de la publicidad, la falta de dinero de TVE, las restricciones de las privadas, la casi desaparición de las autonómicas. Ante esta situación algunos profesionales empezaron a hablar de un plan B: montar una librería, una autoescuela, irse a vivir a México. He escuchado muchas opciones. Yo mismo me planteé cuál podría ser mi plan B. Pero realmente no sé hacer otra cosa que no sea escribir o dirigir series y películas (tal vez dibujar). Por eso opté porque mi plan B fuese escribir una novela. En esos meses pude comprobar que otros guionistas habían hecho algo similar y Javier Olivares, Miguel Ángel Carral, Antonio Mercero, Virginia Yagüe, Nacho Cabana o Pablo Tobías habían escrito y publicado sus propios proyectos. Otros como Jorge Díaz, Nacho Faerna, Julia Montejo, Ángela Armero o Carlos Clavijo lo venían haciendo desde hace tiempo. Y seguro que me olvido de muchos.
Yo empecé mi novela hace 20 años, los mismos que llevo escribiendo series. Los primeros folios son de esa época, muy influido por algunas tendencias de los finales de los 80 y los inicios de los 90. En esos años ya había mucha gente avisando de los riesgos de los medios de comunicación, de la soledad del ser humano, de su aislamiento, de lo siniestra que puede llegar a ser la televisión. Grupos como Lagartija Nick, series como Max Headroom, cómics como los de Horacio Altuna o profesores como González Requena trataban este tema con una sorprendente intuición sobre lo que iba a suceder en un futuro cercano. Y eso que Internet prácticamente no existía, ni por supuesto los smartphones o las redes sociales.
Círculos transcurre en un futuro cercano donde la crisis ha ido a peor. Un futuro distópico (palabra de moda últimamente) en una gran capital europea con mal tiempo, como es Londres. ¿Y por qué Londres? Lo esencial es que la acción no sucediese en España. No quería que el debate sobre la novela se centrase en la casuística de aquí; sobre si Telecinco es mejor o peor que Antena 3, sobre los programas del corazón o sobre los personajes que pueblan nuestras ondas. Quería hacer una reflexión más amplia, más internacional sobre el ser humano, sobre su soledad y sus miserias, que pueden ser parecidas aquí, en Londres, o en cualquier país occidental. Aquel relato de 60 páginas de los años 90 lo retomé en el 2006 pensando en hacer una película. Según la estructuraba me daba cuenta de que era muy difícil constreñirlo en las 110 páginas de un guion; así que me di libertad para que durase lo que me pidiese la propia historia. Y surgió como novela. Un participante de un concurso de televisión muere en directo por un accidente. De una manera espectacular: es devorado por un tiburón mientras realiza una prueba. Eso detona una investigación policial que se va complicando con grupos antisistema, más crisis, huelgas de basura interminables, obsesión por conseguir más seguidores en Twitter, por ver varias televisiones a la vez, por las pantallas secundarias, las google glass, la violencia en las calles, los virus y los animales que matan a sus crías y después… ¿se suicidan?
Hace ahora tres años sentí la necesidad de terminarla porque veía que otros se estaban acercando a mi idea. Y sería una pena que, llevando con ella desde los 90, ahora llegase tarde. Series como Broen o el capítulo 1 de Black Mirror tienen algo en común con mi relato. Por eso este esfuerzo final y la necesidad de publicarla.
Creo que Círculos es una novela diferente, escrita en presente, desde la rabia… muy basada en la imagen, en las redes sociales. Es un proyecto más complejo, que lleva una parte multimedia que se integra en el relato. En la propia novela hay fotos que tienen relación con los protagonistas e incluso un vídeo incrustado en el texto en un momento crucial, links que te llevan a páginas externas, etc. Patrizia, la joven protagonista del relato, se hace fotos y las sube a Instagram a pesar de ser censuradas a menudo por inapropiadas por los gestores de la aplicación (perfil de Instagram: patriziacirculos). Creí necesario realizar algunas de esas fotos para ilustrar la novela y gracias a la colaboración de muchos profesionales de la televisión pude llevarlas a cabo. Fueron disparadas por Alfonso Segura, director de fotografía de series como Rescatando a Sara, La república o Carlos V.
Todo el proyecto pivota sobre una web www.circuloslanovela.com donde se encuentran muchos más elementos, estas fotos, vídeos, documentación, entrevistas, making of… Merece la pena entrar en la página. También tiene una zona privada a la que solo podrán acceder los que se hayan descargado la novela, que incluye un usuario y una contraseña.
Pero Círculos no solo fue experimental en esto, sino también en su distribución. En un principio, solo se podía adquirir a través de dicha web y eso me permitió comprobar cómo influyen las redes sociales en un proyecto. Podía ver cuánta gente entraba en la página después de tuitear el enlace o de colgar algo en Facebook o en Instagram, estudiar qué efecto tienen las campañas pagadas, saber cuántos reproducen los videos, de esos cuántos le dan al “me gusta” y qué número de personas se compran finalmente la novela. Lo sé, es como Gran Hermano (no el de Telecinco), pero quería probarlo, saber cómo funcionan estos mecanismos. Y esta novela era perfecta para hacerlo por su temática y por el material “extra” que la acompaña. Debo decir que Facebook me censuró la campaña de promoción que tenía prevista. En el book trailer de la novela dicen “joder” y a los gestores les pareció que se amenazaba a la gente que lo veía. No entendieron que el tráiler es parte de la ficción, no es real. Si queréis verlo por vosotros mismos lo tenéis en la web
Todo esto fue el inicio del proceso, ya que desde PENGUIN RANDOM HOUSE (Pablo Álvarez) se fijaron en la novela por su campaña en redes sociales y contactaron conmigo a través, precisamente, de Facebook para que les enviase la novela. Lo hice, les interesó y me pidieron que la retirara de la venta. A partir de ese momento, la empezamos a trabajar un poco más y, en esos meses, se añadieron unas 80 páginas a la historia, se hiló mejor la investigación policial, se dio más importancia a la trama del grupo antisistema y se profundizó en los personajes.
Pero lo importante de esta experiencia es que, como creadores, no podemos estarnos quietos. Hay que intentar cosas sin miedo a fracasar por muy locas que nos parezcan. Cuando diseñas una serie y no te la compran ahí se termina todo, se mete en un cajón y tiene difícil salida. Pero una novela es un fin en sí misma y hoy en día hay muchos métodos para llegar a tus lectores gracias al mundo digital. Aunque hay que tener en cuenta lo difícil que es llamar la atención entre tanta oferta. La gente tiene cientos de películas y de libros que se han descargado tanto legal como ilegalmente y eso complica no solo el que estén dispuestos a pagar por contenidos sino también el que se planteen mirar hacia nuevos proyectos. Ya tienen guardadas más horas de ficción de las que serán capaces de ver/leer en el resto de sus días.
Y esto nos lleva a la pregunta que anda rondándome la cabeza durante estos últimos meses cada vez que empiezo un nuevo proyecto: ¿esto le interesa a alguien? No debe ser una pregunta que paralice, pero sí que nos haga reflexionar.
El proyecto CÍRCULOS ha sido publicado Suma de Letras, un sello de PENGUIN RANDON HOUSE, el 12 de enero de 2017.
Este artículo se publicó originariamente en Bloguionistas. Ha sido adaptado según han ido sucediendo cosas con respecto a la novela.
https://bloguionistas.wordpress.com/tag/manuel-rios-san-martin/