Hace unos días escuchaba la noticia de que el estreno de la 3ª temporada de Élite había tirado durante 30 minutos el servidor de Netflix. Indudablemente, eso marca el éxito de cualquier serie de una cadena de pago. Pero… ¿había pasado esto antes en alguna ocasión?
Situémonos: 12 de septiembre del año 2000.
Internet todavía no era lo que es hoy en día, no había redes sociales ni se las esperaba, y los teléfonos ni tan siquiera tenían una primitiva cámara de fotos. Aun así, ya se adivinaba que las webs relacionadas con programas y series podían ser un elemento importante de promoción. Desde Compañeros lo tuvimos claro desde muy pronto, e incluso contratamos a una persona para que gestionara la página que colgaba de Antena 3 y la actualizase continuamente con fotos, entrevistas, noticias, etc.
En esa temporada la serie ya era un gran éxito tanto de público (más de 5 millones de espectadores de media y un share de más de 32%), como de crítica (nos habían dado el premio Ondas y varios TPs). Tener una serie en emisión que funciona y de la que hay que hacer 26 capítulos al año es complicado, pero tiene aspectos muy interesantes, es un espacio perfecto para experimentar. Nos permitíamos hacer, de vez en cuando, lo que nos dio por llamar “epílogos locos” en los que nos probábamos secuencias que rayaban el surrealismo en una serie que era más bien naturalista. Y el público lo recibía bien. Podíamos meter un dinosaurio en el colegio, hacer una animación digital con nuestros personajes, situarlos en una guerra o que volasen en una escoba como si fueran brujas. También aprovechábamos para traer a personajes del ámbito cultural que nos resultaban interesantes, como Juan Luis Arsuaga o Fernando Savater y otros más peculiares como la actriz que interpretaba en esos años a Lara Croft.
Era una época en la que había mucho terreno por explorar y nadie sabía exactamente en lo que se iba a convertir Internet. Recuerdo que un amigo mío montó una web que hablaba de Compañeros y la cadena pretendió cerrarla, no se entendía que cuanto más se hablase de la serie era mejor para todos. El secreto estaba en generar tráfico cruzado. Bueno, eran los inicios. ¡Qué sabíamos!
Ese año 2000 se nos ocurrió hacer un experimento más atrevido de lo normal y que necesitaba tiempo para prepararse. Diseñamos una trama un tanto fantasiosa en la que llegaban a secuestrar a Valle en una especie de juego de rol maquiavélico. Pero varios capítulos antes de que sucediera ya se detonaba esa subtrama con el secuestro de una prostituta a la que sometían al mismo juego que después pretenderían hacer con Valle y que iríamos sembrando en diversos episodios para que tuviera continuidad. Fue en ese primer episodio de la temporada 6 en el que decidimos poner en marcha nuestro plan. Se llamó Por dejarme llevar, lo dirigió José Ramón Ayerra y lo escribieron Nuria Bueno, Luis Canut y Rubén Pacheco. Yo era el productor ejecutivo de la serie.
Decidimos grabar una secuencia impactante que no se viese en televisión. Pensábamos terminar el capítulo con el secuestro de la prostituta y la dirección de una web www.totaldeath.net en la que se podría ver esa secuencia extra. (Ya no funciona, aunque usé una similar en mi primera novela Círculos, y esa sí sigue activa www.therealdeath.com – no os asustéis). Creamos la web gracias a ese amigo mío que era experto en diseño de páginas, rodamos la secuencia post secuestro y lo preparamos todo. Aunque era una época muy libre creativamente hablando, decidimos que había que informar a la cadena de nuestra idea. Les sonó bien y solo nos pidieron que se colgase de la web de Antena, no de una pirata, aunque podíamos mantener el mismo link para que resultase inquietante. Así se hizo. Todo formaba parte del juego.
Se emitió el episodio con una audiencia media de 27,3% y 3.948.000 espectadores. Ese minuto final (23:32-23:33) fue visto por 5.342.000 espectadores, con un 41,4% de share. Y ahí quedó todo… de momento. Nos fuimos a la cama satisfechos de nuestra gamberrada.
A la mañana siguiente temprano recibí una llamada de Tedy Villalba, el entonces director de ficción, sobre las 8 de la mañana. «¡¿Qué coño habéis hecho?!» me dijo. Y yo como «Glub, ¿qué habremos hecho?». En un primer momento no entendí a qué se refería. «La web Antena 3 lleva caída desde anoche. ¿Qué había en la secuencia que habéis colgado?».
Ahí entendí el problema. Por lo visto, a pesar de estar en los inicios de Internet en los hogares, demasiada gente había entrado a la vez para ver qué era www.totaldeath.net. Tanta, que el servidor de toda la cadena había petado. Y lo peor es que nadie sabía exactamente de qué iba el video que lo había provocado. Eso generó bastante tensión interna y más teniendo en cuenta el nombre de la página que habíamos elegido.
Al final todo quedó en el susto, no pasó nada grave, el capítulo dio muy bien de audiencia, fuimos subiendo mucho más a lo largo de la temporada, la página de Antena 3 se restauró… El experimento, que culminó en el episodio 10, fue todo un éxito.
Y ahora podéis ver ambos vídeos tras 20 años en los que han permanecido ocultos. Por suerte, mi amigo guardaba la copia que en su día se subió al servidor.
Aquí está. El final del capítulo (lo que se emitió).
El vídeo de totaldeath que solo se podía ver en la web.
NOTA: Quiero agradecer a GECA y Kantar Media por los datos de audiencia que me han facilitado. También he sacado información de Wikipedia, de la cabeza de Antonio Expósito y a MIguel Blanco por conservar los vídeos. ¡Gracias a todos!