¿Recuerdas los locos epílogos de los capítulos de 'Compañeros'?
'Compañeros' es una serie de televisión, producida por Globomedia, que cuenta el día a día de los alumnos y de los profesores de un colegio de la España urbana de finales de los años 90. Una ficción de estas características se mueve principalmente en la dramedia, una mezcla de géneros que se aproxima bastante a la vida cotidiana. Sin embargo, el éxito que cosechó durante su emisión en Antena 3, entre 1998 y 2002, dio pie a sus guionistas a experimentar en algunos aspectos creativos y a salirse del guion establecido.
"Cuando tienes un producto en antena durante mucho tiempo, y funciona bien, buscas nuevos retos que te compliquen el trabajo diario. Tenemos que pensar que ahora las series son cortas y no es habitual que se rueden más de 8 episodios en un año, pero en los 90 sobrepasaban los 100 capítulos y se emitían hasta 27 anuales", explica Manuel Ríos San Martín, productor ejecutivo de 90 entregas de la serie.
Los 'epílogos locos' son las escenas finales de algunos capítulos que concluyen de una forma surrealista. Estas piezas contrastan con el tono naturalista de la serie y se sumergen en géneros como el terror, la comedia disparatada, la publicidad, las series de época o la animación digital.
"Hasta donde yo recuerdo, nacieron por concomitancia con la última secuencia de muchos episodios de Roseanne; Manuel Ríos la tenía como referencia. Como contrapunto a capítulos tremendistas, se nos fue yendo cada vez más la cabeza", recuerda Guillermo F. Groizard, uno de los directores de la serie.
Manuel Feijóo, que además de interpretar a Luismi es uno de los guionistas de Compañeros, tiene su propia versión sobre el motivo por el que se implantó este hábito al final de algunos episodios: "Fue una solución estrambótica, pero funcionó. ¿Cómo podíamos evitar que los espectadores cambiaran de canal en ese momento en el que empiezan a salir los títulos de crédito? Ofreciendo una secuencia sacando a nuestros personajes de contexto. Son auténticas ‘minipelículas’ donde invertimos tiempo, esfuerzo, imaginación y mucho presupuesto, para no perder audiencia".
'COMPAÑEROS' SE VA A LA GUERRA
La labor pedagógica de Compañeros analiza cuestiones tanto de índole ideológica -véase la posición negacionista de ciertos colectivos políticos sobre la Segunda Guerra Mundial-, como de ámbito social: el embarazo adolescente, el VIH, el consumo de drogas, la homofobia, el machismo o el trato que reciben las personas migrantes en nuestro país son algunos de los asuntos más destacados.
Esta intención didáctica está amparada por diversos asesores educativos que expresaron su opinión sobre los guiones antes de los rodajes y combina a la perfección con el entretenimiento, un factor ineludible en cualquier formato televisivo. En el octavo capítulo de la quinta temporada (5x08), varias tramas giran alrededor de la donación de sangre. Un equipo de profesionales sanitarios desarrolla su labor en el Colegio Azcona, mientras el personal docente cumple con su cometido explicando al alumnado la importancia de la solidaridad.
Lolo aprende en el aula que una transfusión sanguínea es un acto de amor. Bajo esta premisa, decide que prestarse voluntario -a pesar de contar con nueve años de edad- es la mejor manera de declarar lo que siente por Nuria, la profesora responsable de su curso a la que da vida Ana Otero.
El tono costumbrista de la serie obliga a resolver la situación de una manera terrenal y asumible para una ficción que refleja la rutina de un centro educativo: Nuria mantiene una charla con el personaje interpretado por Daniel Retuerta y le explica por qué no es conveniente que un niño participe en una actividad de estas características y por qué no es sano que mantenga una relación sentimental con una mujer adulta.
Una vez resuelto el conflicto de una manera verosímil, Compañeros se transforma en una serie bélica durante este epílogo. El personaje de Retuerta se convierte en un capitán en medio de una batalla y salva la vida de su maestra, una enfermera herida durante la contienda.
Este particular ejército está formado por algunos de los personajes más emblemáticos de la serie: Quimi y Luismi, interpretados por Antonio Hortelano y Manuel Feijóo, hacen las veces de soldados; Félix Torán y Luis Bermejo –Miguel Rellán y Pepo Oliva- son el doctor y el enfermero respectivamente, y Alfredo Torán –Francis Lorenzo- asume el papel del sargento que ha perdido a todos sus hombres.
Feijóo recuerda los días previos a la grabación: “Se escuchaban voces por el plató que decían: ‘¡Los guionistas se han vuelto locos, dicen que quieren montar una batalla!’. Esa misma semana estábamos en mitad del campo con trincheras, metralletas, uniformes e incluso un hospital de campaña, dispuestos a rodar esta secuencia”.
“Supongo que en ese momento nos creíamos capaces de cualquier cosa. Habíamos visto Salvar al soldado Ryan y pensamos: ‘¿por qué no?’. Luego te das cuenta de que hacer cosas así es un auténtico ‘pollo’. Se sufre mucho, aunque en el fondo es lo que nos gusta”, comenta José Ramón Ayerra -director del episodio-, tras volver a visionar esta pieza:
'COMPAÑEROS' EN CASABLANCA
En el gimnasio de un colegio se programan distintas actividades que no siempre tienen como denominador común el deporte. En el Azcona, la estancia se convierte a menudo en un teatro en el que se interpretan funciones tan importantes como La Casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca, o El Perro del Hortelano, de Lope de Vega. Durante los preparativos del festival de fin de curso de la séptima temporada, una serie de circunstancias ajenas al azar provocan que Rocío y Víctor, interpretados por María Garralón y Ramón Barea, representen juntos la escena final de la película Casablanca. Se trata de una especie de casting en el que participan, además, los alumnos del centro. La situación resulta ser el detonante para que Luis Bermejo tenga ciertas sospechas sobre los acercamientos amorosos entre Rocío y Víctor.
"Debatimos mucho la posibilidad de que Rocío engañase o no a su marido y jugamos con esa tensión toda la temporada. Nos pareció que el epílogo en el que homenajeamos a Casablanca era un guiño que nos podíamos permitir y que sería bien recibido por el espectador, como así fue. Ya contábamos con su complicidad tras siete temporadas en antena", comenta Ríos.
Los guionistas, tratando de reivindicar el mejor cine clásico en la pequeña pantalla y de mostrar la situación de este triángulo amoroso, deciden rendir tributo –blanco y negro incluido- a la película dirigida por Michael Curtiz. En este homenaje podemos ver a María Garralón, a Ramón Barea y a Pepo Oliva en la piel de Ilsa, Rick y Sam, interpretados originalmente por Ingrid Bergman, Humphrey Bogart y Dooley Wilson. Eso sí, los autores se reservan el derecho a dar un giro inesperado con respecto a la cinta original.
LOS JUEGOS DE ROL
Los juegos de rol se estaban empezando a poner de moda en los años 90, pero eran desconocidos para una gran parte del público. Forman parte del imaginario colectivo de una forma distorsionada. Esto se debe a la visión tendenciosa que suelen ofrecer algunos medios de comunicación; a menudo se relacionan ciertas atrocidades con una afición que reúne a miles de personas en nuestro país, y en el resto del mundo, de una forma pacífica y lúdica. El actor Daniel Retuerta participa habitualmente en esta disciplina en su vida real.
Radio Azcona es la emisora de corto alcance instalada en el colegio en el que estudian los protagonistas de Compañeros. Desde sus micrófonos se han leído textos tan importantes como la carta que escribió José Saramago en diciembre de 1998 a propósito de la situación de los refugiados y se han emitido tertulias de diferentes temáticas. Cuando Eloy inculca a Luismi su afición por los juegos de rol, se genera uno de los debates radiofónicos con más repercusión en las tramas de la serie.
Los personajes de Nicolás Belmonte y Manuel Feijóo comienzan el tercer capítulo de la tercera temporada (3x03) jugando una partida sobre un tablero. El hijo de Marisa ya tenía cierta experiencia en este tipo de actividades, incluso había ejercido de master, una función que consiste en preparar la aventura que vayan a vivir los demás jugadores.
Tras la insistencia de Luismi, la pandilla protagonista comienza con una partida casera que termina desarrollándose en vivo. La primera prueba consiste en encontrar una cinta de casete en El Corte Inglés y desemboca en una batalla con pistolas de pintura en el clásico desguace del padre de Quimi.
Manuel Ríos San Martín recuerda cómo plantearon esta trama bajo los parámetros de varios géneros: "Nos gustaba rodar secuencias de acción e intentábamos que fuesen creíbles dentro de la historia. Este capítulo es un buen ejemplo de hasta dónde podíamos llegar. El juego de rol termina por transformarse de manera orgánica en una batalla con pistolas de paintball. La secuencia está rodada casi como si fuese una serie bélica y se aprovecha para avanzar en la trama de la relación entre Valle y Quimi, los personajes de Eva Santolaria y Antonio Hortelano. No es gratuito lo que sucede. Siempre intentábamos que cada secuencia de acción nos sirviera para contar algo de nuestros personajes. Pero este era el límite del realismo creíble. Sin embargo, queríamos ir más allá y probar cosas nuevas. Así fue cómo nos aventurarnos en el mundo digital".
Este epílogo creado con técnicas 3D es obra de Guillermo F. Groizard. Luismi y César –interpretado por Julián González- están inmersos en una recreación digna de los videojuegos de la época. El propio Groizard reconoce la dificultad que conllevaba hacer algo así en aquel momento: "Se hacía con unos ordenadores antediluvianos y consumía muchísimo tiempo. Hicimos captura de cara y creación de personajes. Cada segundo de visionado supuso entre veinticinco y treinta horas de trabajo".
LA PRIMERA NOVELA DEL BACTERIO
Joaquín Sabina siempre sostuvo que su destino pasaba por ser un profesor de instituto que escribiera novelas los fines de semana. Así es Félix Torán, el encargado de enseñar Historia y Filosofía en el Colegio Azcona.
Renunciar a los sueños es la primera novela que publica el personaje de Miguel Rellán. Obtiene tanto éxito que llega a la gran pantalla dentro de la ficción de la serie, a pesar de las vicisitudes internas que vive su autor antes, incluso, de su publicación editorial. Marisa Viñé, profesora de Literatura interpretada por Beatriz Carvajal, encarga a sus alumnos la lectura del libro en los últimos compases del curso. Lo que a priori supone una imposición académica, dispara la imaginación de Valle, de Quimi, de César y de Luismi. Esta trama fue un desafío importante porque no está concebida solo como un "epílogo loco", sino que se desarrolla durante todo el capítulo 66 (5x11).
Los protagonistas se ponen en la piel de los personajes de la novela y transforman Compañeros en una serie medieval. Mediante los personajes de Eva Santolaria, Antonio Hortelano y Manuel Feijóo, la escena conclusiva muestra la importancia de la lectura en la vida de un estudiante y la capacidad que tienen las letras para transportarnos a escenarios alejados de nuestra rutina.
A pesar de la solemnidad histórica de este capítulo, Eva recuerda cómo fue la grabación: "Normalmente nos reíamos muchísimo en el rodaje. En aquel capítulo, viéndonos todo el rato con esas pintas, era difícil aguantar la risa".
EL PODER DEL AJEDREZ
El ajedrez actúa como catalizador para los encuentros y desencuentros amorosos de algunos de los personajes de Compañeros y es una de las disciplinas con más presencia en la serie.
Lolo se siente importante por su capacidad: no hay ningún alumno en el colegio que esté a la altura de sus habilidades en el tablero. Todo cambia en el segundo capítulo de la sexta temporada (6x02). Con motivo de las pruebas de clasificación para el Torneo Interescolar de Ajedrez, aparece Desiré. El personaje de Clara Lago pone en serio peligro la hegemonía que Lolo había conseguido instaurar en su entorno, ganándole la última partida de la primera vuelta clasificatoria.
Félix Torán es el maestro que ha instruido a Lolo y considera que es positivo para su formación que se enfrente con una persona de su edad durante los entrenamientos. Desiré está ilusionada con la decisión del profesor hasta que su nuevo compañero procede, mediante amenazas propias de las mafias del cine, a apartarla de la nueva oportunidad que se le presenta. Ella cede y deja el camino libre para que el personaje de Dani Retuerta se convierta en el encargado de representar al Azcona en el campeonato. Algunos capítulos después (6x07) descubrimos la fortaleza de Desiré y la verdadera razón por la que se dejó amedrentar. Lolo confiesa que la amenazó para que abandonara la competición y Félix decide imponer su veredicto mediante un juicio impregnado de fantasía.
Retuerta era un niño cuando trabajaba en la serie pero todavía tiene muy presente el proceso de grabación: "En esa época de mi vida, actuar era como un juego. Siempre disfrutaba muchísimo, pero es cierto que rodar en exteriores o en localizaciones como las de los epílogos, era curioso. Era un día especial y una variante respecto al juego de cada día".
LA MISIÓN DE LOS ESPERMATOZOIDES
Además de la épica y del trasfondo ético que queramos otorgar a las tramas de 'Compañeros', lo cierto es que el eje central de la serie gira en torno a las relaciones personales de sus protagonistas.
Gustavo es uno de los tutores a cargo de los pequeños del Azcona. A raíz de una problemática surgida con Abel, decide citar a su madre para explicarle el comportamiento que tiene su hijo en clase. Para su sorpresa, la progenitora es Elena. Se trata de una antigua novia del profesor, que marchó a Estados Unidos para estudiar un máster. El personaje interpretado por César Vea comienza a investigar e intenta atar cabos. Haciendo cálculos, descubre que la fecha de su romance coincide con el momento en que Elena, interpretada por Elisabet Gelabert, debió quedarse embarazada. A partir de ahí, su supuesta paternidad le genera una ilusión que termina cuando descubre la verdadera historia.
Esta animación de Guillermo F. Groizard intenta explicar "científicamente" las aspiraciones frustradas de Gustavo. En la carrera hacia el óvulo podemos distinguir a Fernando Tejero en la piel de uno de los espermatozoides. El actor estaba comenzando su trayectoria en aquellos años y no hacía demasiado tiempo que se había graduado en la Escuela de Cristina Rota.
No existe una colección en DVD que incluya todas las temporadas de Compañeros, pero los 121 capítulos emitidos de la serie están disponibles en Atresplayer Premium. Estos son solo algunos ejemplos del amplio catálogo de escenas en las que los guionistas abandonan el costumbrismo para llevar a un hombre al paritorio, para situar a algunos de los personajes en el Imperio romano o para convertir el final de un episodio en un anuncio de compresas.
Agradecimientos: Gracias a Daniel Retuerta, a Guillermo F. Groizard, a Virginia Rodríguez, a José Ramón Ayerra, a César Vea, a Manuel Feijóo, a Eva Santolaria, a Domingo Cuenca (@roldelos90), a José Valverde (nosolorol.com), a Javier Expósito, a Luis Luna, a Juampa Montero, a Olga Rodríguez, a Mónica García Ferreras, a Sofía Monreal y a Sirio Lorenzo.
Publicado en:ObjetivoTV